lunes, 9 de febrero de 2015

Poda de Formación en Finca "La Albuera"

Poda de Formación en Finca "La Albuera" (2015-02-03) con el alumnado de 1º de Grado Medio de Trabajos Forestales y Conservación del Medio Natural.

Click aquí para ver y/o descargar imágenes

La poda de formación

La poda de formación en la encina comparte rasgos con la poda realizada en algunos árboles frutales (la disposición en vaso abierto del olivo, el almendro o el ciruelo), puesto que ha sido uno de sus fines conseguir una arquitectura adecuada para la producción de bellotas. En general, se ha buscado un fuste limpio y recto, con una copa abierta y equilibrada que le confiera fortaleza a la encina, y que permita una adecuada iluminación estimulando así la formación de brotes fructíferos. No obstante, también, suele pesar la tradición local en la concepción del árbol. 

Esta arquitectura de la encina se consigue con sucesivas operaciones de realce, mediante las cuales se eliminan las ramillas laterales más bajas y los chupones que salen de la base del tronco. Estos realces tienen un efecto vigorizante que se reparte por toda la planta al ser ésta pequeña, haciendo que los brotes no eliminados experimenten un mayor crecimiento, lo que se aprovecha para dirigir el desarrollo en altura. Dado que la encina no posee una marcada dominancia apical y produce abundantes ramificaciones laterales, se ha destacado la importancia de los realces en los primeros años de vida, especialmente en aquellas encinas resguardadas del diente del ganado por algún tipo de protector. Además, y como ocurre en otros frutales, los realces pueden acortar el periodo improductivo dado que la proximidad de los brotes a la raíz ha sido considerada un factor de persistencia del carácter juvenil. No obstante, en el caso de la encina existe un conocimiento bastante impreciso sobre esta materia.

Una vez que la encina ha sobrepasado los dos metros de altura con estas operaciones de realce, se comienzan a eliminar las ramas centrales, generalmente más verticales, eligiendo aquellas mejor situadas en la periferia, que se constituirán en los futuros brazos de la encina. Posteriormente se van eliminando los brotes verticales que salen de las ramas principales, dejando los inclinados que tengan horquillas abiertas. De este modo se va conformando una copa con forma de vaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario